¿Te vas? ¿Nos vamos a dejar así? ¿Justo ahora? Te soy sincera: por un lado, mejor. Ya está. ¿Qué más vamos a intentar? Lo que se pudo, se pudo, y lo que no, otra vez será. Estoy cansada y quiero pensar en otra cosa. Y a la vez siento que falta algo, que no hicimos todo lo que teníamos para hacer. No me pidas que te detalle todo lo que teníamos para hacer, no me la hagas más difícil. Además, no sé si podría explicarte con palabras cuáles fueron los asuntos pendientes. Hay sensación de vacío. Un poquito. Tal vez la vida sea así y no haya que detenerse en estos planteos ridículos y supuestamente existenciales. Por eso te pido perdón. Si tenes que irte, ahí está la puerta. No estuvo mal lo que vivimos.